Después del uso del biberón se convierte también en imprescindible la limpieza de los mismos. Es muy importante la limpieza y esterilización de los biberones, para evitar gérmenes y bacterias. El proceso recomendado por los especialistas, en general, consta de lavar bien el biberón con un detergente especial para limpiarlos, haciendo uso de un limpiabiberones. Estos detergentes no llevan determinados compuestos que podrían afectar en el sistema del bebé. El limpiabiberones resulta ideal para acceder a aquellos rincones donde la mano no puede llegar, como por ejemplo, al fondo del biberón o a la punta de la tetina por la cara interna. Después de todo este proceso y siempre que papá y mamá lo consideren necesario, habría que esterilizar el biberón. Que, por los motivos que sean, decidimos no esterilizar en esta ocasión el biberón, lo debemos dejar secar en un escurrebiberones. Estos generalmente están fabricados con materiales antibacterianos o de fácil limpieza y esterilización, por ello se recomienda su uso.