Hoy vamos a hablar del suelo semirrígido para la estimulación temprana del bebé y en concreto de un tipo de suelo como son las alfombras de la marca skip Hop.
Durante los últimos años se ha visto fortalecida la importancia de la estimulación del bebé, desde su nacimiento, para la adaptación temprana al medio en el que se va a desarrollar.
TIEMPO BOCA ABAJO
Uno de los primero pasos en la estimulación consiste en poner boca abajo a nuestro bebé, a partir, aproximadamente, del cuarto mes de vida (unos 20 minutos al día). Con esta práctica se trabajan aspectos relacionados con el fortalecimiento del cuello (verás como poco a poco tu bebé aguanta más ratitos la cabeza arriba) o la coordinación, entre otros. Después irá el gateo, el volteo y otros aspectos motrices que iremos comentando con mayor profundidad. Este fenómeno es conocido por los expertos en la materia como Tummy Time (tiempo boca abajo).
No debes abusar de esta práctica ya que tu bebé podría presentar síntomas de cansancio. Además deberías hacerlo cuando el bebé esté dormidito, limpio y desde hace 1 hora, comido para evitar regurgitaciones. Cualquiera de estas demandas no resueltas podrían irrumpir la sesión.
Aunque se ha hecho mucho hincapié en que los bebés no deben dormir boca abajo, entre otras cosas, porque aumenta el riesgo de muerte súbita, también se ha demostrado que largas horas boca arriba aumenta la probabilidad de plagiocefalia (deformación del cráneo). Así que lo bueno es ir cambiando al bebé de posición.
Resulta recomendable realizar esta práctica encima de un suelo semirrígido, para evitar el frío del suelo o dificultades motrices a causa de un pavimento resbaladizo, por ejemplo, una alfombra de tela (la típica que tenemos en el salón). Aquí es donde entra en acción el más que famosos suelo de Skip Hop. Ver post sobre los tipos de alfombra Playspot o suelo semirrígido.
RODAR y REPTAR
El siguiente paso, después de soportar el peso de la cabeza, el bebé comenzará a sentir mayor seguridad y su coordinación también será cada vez más elaborada. Esto le permitirá comenzar a interactuar con el medio en el que se encuentra: podrá moverse para alcanzar objetos, lo que a su vez desplehgará una serie de estrategias que desarrollarán aspectos de tipo visoespacial, intencionalidad, coordinación…
Un espejo, un muñeco de colores vivos, un sonajero… son objetos que llamarán su atención e incluso les motivará a la hora de reptar o gateo para ir a alcanzarlos. Una práctica muy común es dejarlos repartidos por toda la alfombra para motivar al pequeño o pequeña que vaya a por ellos. Rodará, reptará hasta que su cuerpo esté preparado para soportar algo más de peso y comience a gatear (a partir de los 6 meses).
Cuidado, todos los bebés no gatean o lo hacen muy poquito tiempo. Otros gatean mucho tiempo. Cada niño tiene un ritmo y una evolución.
Con el gateo comienzan otros muchos beneficios evolutivos, entre otros, el fortalecimiento y coordinación de brazos y piernas, que ayudará en unos meses que comience a andar.
El desarrollo visual, tanto a nivel de coordinación mano- ojo, como visión binocular, estereoscópica, de convergencia y acomodación. Es decir, no sólo la intención de coger lo que ve sino de asumir la información que llega desde ambos ojos, tridimensional, focalizando y adaptando la imagen.
Como vemos, este fenómeno ayudará a nuestros bebés a tener un mejor control de la cabeza, fortaleciendo cuello, brazos, hombro, espalda y manos.
Este suelo semirrígido tendrá su utilidad psicomotriz hasta este preciso momento (12-14 meses) pero después se convertirá en una alfombra de juegos básica, sobre la que tus pequeños y/o pequeñas pasarán muchas horas desarrollando otras nuevas habilidades propias del desarrollo, más de carácter cognitivo, como es el juego simbólico, la creatividad, la imaginación, los roles… También se divertirán durante horas montando y desmontando las piezas de puzzle.
De paso te dejamos un vídeo para que te inspires montando el suelo
¿Qué opináis? ¿Pusistéis suelo a vuestro bebé? ¿Usastéis una alfombra convencional? Cuéntanos tu experiencia.