Quizá es tirarme piedras sobre mi propio tejado, o quizá no.
Quizás los espejos retrovisores infantiles para coches son una necesidad de extrema importancia. O quizás un nuevo producto “sacaperras” para aquellos padres, generalmente primerizos, en la que les cuelan todo tipo de productos.
Si,sé lo que estás pensando…”¡es verdad! me lo han colado” A mi también, no te preocupes.
Cierto es que en determinadas ocasiones ir con un bebé en el coche, sin compañía puede generar inseguridad y en los casos más extremos (sin ser patológico) ,cierta ansiedad. Si es así, pruébalo.
Por si alguien lo desconoce, o no se ha encontrado en la situación, hoy en día es necesaria el uso de una silla de coche para el transporte de un bebé. Estas sillas van por edades: grupo cero, uno, dos, tres…puedes adquirir una por cada una de las tallas o una que abarca todas las edades.
La primera silla que usa el bebé es la grupo 0. Está tiene que ir en el asiento trasero del coche y de espaldas al asiento delantero. Por tanto, no ves la cara de tu bebé cuando estás conduciendo.
Debo reconocer que aunque muy reacia al principio ahora soy fan del espejo retrovisor. Al principio íbamos juntos papá, mamá y bebé. Todo bien hasta el momento. Mamá o papá van con el bebé en el asiento trasero y el cónyuge conduciendo. No hay problema. Que tiene una babita, ahí está el progenitor para limpiarla. Que se pone nerviosa la criatura, ahí estamos para calmarle… infinidad de cosas que todos sabemos pueden ocurrir cuando viajas con un bebé.
Cuando, a la fuerza, debes viajar con el bebé sin compañía, el espejo retrovisor puede ser la solución a muchos de tus problemas o mejor dicho la a tus inquietudes.
Eso si. No debes olvidar que estás al volante. Mira de vez en cuando el estado de tu bebé y si hay algo anómalo, busca un sitio seguro donde parar.
Ahh… y que tengas un buen viaje.